El pasado fin de semana tuvimos la oportunidad de trabajar para la boda de Macarena en la Hacienda Majaloba. Fueron varios los lugares que decoramos y pudimos aprovechar los juegos de luces para crear ambientes mágicos.
En el centro de los jardines pegado a la pared del recinto, dimos un toque de color con un gran jarrón que rompía el monocolor de la pared.
Para la cena colocamos en las mesas conjuntos de velas y de pequeños vasitos con flores distintas en tonalidades y formas que creaban estampas únicas y originales.
Para la noche teníamos preparado un espacio mágico. Utilizando un impresionante árbol, lo decoramos con jaulas colgantes decoradas y pusimos algo de luz para jugar con los contrastes de la noche.
El resultado, como podéis ver en la imagen, es un photocall improvisado, pero increíble. Todos los asistentes pudieron disfrutar del ambiente, sentarse y hacerse fotos con sus amigos amigos y familia. Un espacio íntimo en el que poder llevarse un recuerdo en un día tan especial.
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